Ya en mi post anterior, os conté los pasos que Waissö ha dado hasta hoy, para llegar hasta donde ha llegado.
En este segundo post en cambio, hablaré un poco sobre emprendimiento y algunas experiencias coleccionadas durante este primer año con Waissö, que evidentemente han tenido como principal consecuencia, un compilado sencillo de consejos que pueden ser de utilidad para quien este tejiendo su primer sueño emprendedor.
No sé, es que a veces (o al menos esa es mi impresión) nos venden la idea de que si emprendemos, vamos a tener el éxito asegurado, y cómo imagináis, no todos somos o Steve Jobs (Apple) o Mark Zuckerberg (Facebook) o Amancio Ortega (Zara).
Está bien que en las universidades o escuelas de negocios nos hablen de casos de empresarios de éxito como fuente de inspiración, pero a sabiendas de que la cotidianidad es otra, creo que se deberían comentar casos cercanos con una visión más pragmática que no nos haga errar en nuestro intento por emprender, haciéndonos crear un imaginario equivocado de la idea global que se tiene del éxito en la sociedad posmoderna.
Entramos en materia.
Producto
Waissö se lanzó el 17 de Abril del 2017, pero antes de esa fecha hubo una gestión previa para que el producto y la web estuvieran apunto.
Desde que se gestó la idea hasta hoy, han pasado casi 2 años.
Los que me seguís desde el principio sabéis que la marca empezó con solo 2 camisetas exclusivas en color blanco y negro.
Y reconozco que pese a que la variedad en ese momento era escasa, si había algo que yo tenía claro, era que iba a iniciar mi proyecto con recursos propios y posiblemente algún préstamo del banco por un importe reducido. Para mí, esa inversión no podía superar cierta cantidad y quería disfrutar con lo que estaba haciendo y no “sufrir” con lo económico. Sería lo que yo llamo una inversión moderada, teniendo en mente que más adelante ya haría más modelos.
Y así ha sido. Actualmente Waissö tiene 2 modelos de camisetas nuevas y una gran variedad de collares y accesorios hechos a mano por mí. ¿Qué os parece?
Website
Antes de empezar Waissö recuerdo varios profesores y amigos me aconsejaron abrir mi web en Etsy o Shopify y, una vez que vendiera, ya tendría más sentido tener mi propia web. Pues bien, como era de esperar no les hice caso y abrí mi propia web.
Estaba cegada con la idea de crear mi web, sin saber todos los gastos (mantenimiento mensual de la seguridad del sitio, el diseño web) y gestión (la funcionalidad, la gestión de las fotos del producto, los textos, precios, etc.) que ello conllevaba. A esto había que sumarle el SEO, las redes sociales, el blog y la publicidad.
Mi web se creó en WordPress un programa que yo no sabía utilizar, e inicialmente por casi todos los cambios o acciones que quería hacer en el sitio tenía que pagar. Se me prometió un manual de funcionamiento de lo básico que nunca llegó, así la empresa de hosting se aseguró mi dependencia.
La informática no es mi fuerte pero tengo sentido común y aprendo con facilidad, y soy mujer (ironía). Con tanta facilidad que al final cambié mi página web a Squarespace y la gestiono yo totalmente. También gestiono mis redes sociales, por cuestiones puramente económicas.
Se acabó eso de depender de otros, al menos de momento.
Si podéis antes de tener web propia valorar opciones más fáciles y económicas como Etsy, Shopify, etc. Ya que os ahorrarán muchos gastos y os dará independencia.
Financiación
Otro punto que me gustaría tocar es el de la financiación.
Como comentaba inicialmente yo pedí un crédito a mi banco y contaba con mis ahorros para arrancar el proyecto. Afortunadamente también trabajo y este hecho me ayuda mucho a soportar los gastos iniciales.
Digamos que el crédito para emprendedores que me dio el banco me exigía devolver ese importe en 6 meses.
Mi ilusión y pasión por este proyecto me hacían pensar que iba a vender mucho desde el principio pero la realidad fue otra. Vendía pero no al ritmo que yo esperaba vender y eso fue un varapalo a la hora de hacer frente a la devolución del importe prestado.
Está muy bien que los bancos te den apoyo financiero pero tened en cuenta que ese dinero se tiene que devolver y el tiempo en el que debéis devolverlo puede ser clave.
Impuestos
En referencia a los impuestos. Os recomiendo informaros metódicamente sobre los impuestos asociados a vuestro sector y actividad.
Sólo pongo un ejemplo. Las primeras camisetas Waissö, eran importadas de Asia ya que están bordadas a mano. A pesar de haber trabajado codo a codo con los departamentos de importación y logística de las empresas textiles en las que he trabajado y a ver aprendido un montón, me llevé una sorpresa al saber que para recoger mi mercancía una vez llegada a puerto debía de pagar el IVA. Es decir, algo más de 3500 euros al contado.
La contabilidad de Waissö se vio gravemente afectada con este hecho.
Pies en la Tierra
Después de 1 año con Waissö ya tengo los pies literalmente en la tierra y una visión mucho más clara de hacía donde quiero encaminar mi marca. Estoy contenta de haber empezado con un riesgo controlado en general, y de haber llegado hasta aquí.
Según algunos estudios para que una empresa sea estable han de pasar 5 años. Ha sido una montaña rusa de emociones, y no ha sido fácil, pero aquí estamos.
¡Ya Solo Nos quedan 4!